La Comisión de Patrimonio valida el proyecto de restauración de los aljibes del Castillo de Priego de Córdoba
La Comisión Provincial de Patrimonio de la Delegación de Turismo, Cultura y Deporte, que preside el delegado territorial, Eduardo Lucena, ha informado favorablemente acerca del proyecto básico y de ejecución de restauración y puesta en valor de los aljibes del Castillo de Priego de Córdoba.
El proyecto da continuidad a las intervenciones del Ayuntamiento de Priego de Córdoba durante los últimos años para la restauración del enclave y plantea una intervención en los denominados aljibe 1 y aljibe 2, situados en el Patio de Armas, elementos ambos que fueron investigados en las excavaciones arqueológicas realizadas a partir del año 1997.
El aljibe 1 se sitúa adosado a la cara sureste de la torre del homenaje y se data en el siglo XIV, sin descartar una posible adscripción nazarí. Ha sido estudiado en las excavaciones arqueológicas de 2002 y 2003 y presenta planta rectangular con dos bóvedas vaídas de ladrillo, arco de descarga central y paramentos enlucidos con mortero hidráulico de cal pintado a la almagra. Está construido en ladrillo, con arranque presumiblemente de piedra. Se encuentra semienterrado y cubierto con un pavimento contemporáneo de ladrillo y losetas cerámicas, habiendo desaparecido el pavimento original. Sobre esta terraza apoya una escalera de acero que permite el acceso al edificio contiguo. Se documentan dos roturas en la cubierta del aljibe, una por cada bóveda. La occidental servía para la recogida del agua de lluvia, encontrándose sellada con argamasa y piedra. La oriental tiene un brocal contemporáneo de ladrillo, a modo de pozo. Presenta también un acceso lateral contemporáneo y el interior está cubierto de escombros de las obras realizadas desde los años 70 del siglo pasado. Se estima que la altura libre estaría en torno a los 5 metros, desconociéndose si se conserva el pavimento original.
El proyecto contempla la limpieza, consolidación estructural, restauración y puesta en valor de dicho aljibe; la colocación de andamios en el interior; la limpieza de paramentos; la consolidación estructural; el sellado de huecos; la reposición de ladrillos; la consolidación de los revestimientos existentes en las paredes, las bóvedas y el arco; la reposición del revestimiento perdido; la consolidación del pavimento original y nueva pavimentación, la instalación de una estructura metálica interior y la iluminación interior mediante lámparas móviles.
Igualmente se recoge el desmonte de elementos contemporáneos del exterior, limpieza de paramentos verticales exteriores, relleno de mortero de cal en el extradós de las bóvedas, reposición de brocal de ladrillo y vidrio de protección, anclaje del segundo tramo de escalera metálica de acceso al edificio contiguo, así como protecciones contra caídas con vallados de madera móviles.
El aljibe 2 se localizó en la intervención arqueológica del año 1998. Se data entre la segunda mitad del siglo XIII y comienzos del XIV. Presenta planta rectangular y cubierta de bóveda de cañón. Se trata de una estructura semienterrada, construida con fábrica de mampostería y bóveda de cañón de mampostería y ladrillo. El suelo es de mortero de cal, conservado únicamente en las esquinas y no están documentados restos de revestimiento interior. El interior del aljibe se encontraba totalmente colmatado de tierras, basuras y escombros y se desescombró en 2014. En la zona superior debió existir una terraza de captación de agua de lluvia, actualmente perdida.
La entrada de agua al aljibe se documentó en el lado sureste, bajo la bóveda, al lado contrario se abría un respiradero, actualmente cerrado con un fragmento de fuste de columna caliza. La toma de agua se realizaba mediante un pozo centrado sobre la bóveda, hoy taponado por un cimiento contemporáneo. Tras la pérdida del uso hidráulico, pudo usarse como granero, recubriéndose interiormente con un enlucido de yeso y paredes de tabla. La bóveda presenta varias roturas contemporáneas, algunas para conectar tuberías de saneamiento.
En el aljibe 2, el proyecto contempla la eliminación de escombros, colocación de andamios en el interior, para la restauración de paramentos verticales y bóveda, limpieza de paramentos, eliminación de desagüe de cemento, reposición de ladrillos en las oquedades de la bóveda, consolidación del mortero de juntas y revestimientos originales, así como de los restos existentes del pavimento original, instalación de estructura metálica interior o iluminación interior mediante lámparas móviles.
También se recoge la retirada de capa de grava exterior, limpieza de paramentos verticales exteriores y relleno de mortero de cal en el extradós de la bóveda.
Pese al informe favorable, la Comisión considera que el desescombro de los aljibes y el seguimiento de las obras debe hacerse con control arqueológico, las intervenciones de restauración serán realizadas por especialistas en conservación y restauración de bienes culturales, a la vez que propone sustituir las soleras de hormigón de la base y cubierta de los aljibes por soleras de mortero de cal, como material más acorde con la tradición constructiva del bien.
El Castillo de Priego de Córdoba está declarado Monumento histórico artístico. Actualmente es Bien de Interés Cultural (BIC) en base a la Ley de Patrimonio Histórico Español y está inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA) por la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía. Asimismo, forma parte del Conjunto Histórico de Priego, declarado también BIC.
Está formado por un perímetro amurallado torreado de 276 metros lineales, ocupando una superficie total de 2.878 m2, con una torre del homenaje en el interior del recinto. Tras las campañas de investigación arqueológica desarrolladas a partir del año 1997, se han identificado un total de 12 tramos de lienzos de muralla y 8 torres, así como otros elementos de distintos periodos históricos. La fortaleza conservada corresponde a época bajomedieval cristiana, levantada sobre una previa alcazaba islámica que debió ser prácticamente demolida tras la toma de la villa por Fernando III en el siglo XIII. En la fortaleza predominan las fábricas de sillería y mampostería.