Rafael Cobo pronuncia un pregón riguroso y emotivo con un marcado sentimiento prieguense
El Teatro Victoria acogía este mediodía uno de los actos más esperados durante la Cuaresma en Priego de Córdoba. El pregón de Semana Santa 2024 será recordado por la emotiva combinación de prosa, verso y música que el periodista y profesional de los medios de comunicación, Rafael Cobo, realizaba sobre las tablas de un teatro al completo. Con una austera puesta en escena, presidida por una enorme cruz; el pregonero, en su atril acompañado de una rosa blanca, ofreció a los asistentes una perfecta crónica de lo que es la Semana Santa en Priego de Córdoba. Datos, fechas y acontecimientos concretos entrelazados con sus propias vivencias personales, que culminaban en unos versos acompañados siempre de la música del pianista prieguense, Antonio López Serrano.
El acto comenzaba con la presentación del pregonero, que en esta ocasión corrió a cargo de su hija, Laura Cobo, quien repasó su trayectoria cofrade que lo une a distintas hermandades y cofradías de Priego, siendo en la actualidad, el hermano mayor de la Hermandad del Mayor Dolor. No faltó en su intervención, el agradecimiento a su padre por haberla guiado en sus primeros pasos cofrades, ya que de su mano ha podido conocer la fe y la devoción hacia la Virgen del Mayor Dolor, de la que es costalera. Así, y tras estas emotivas palabras, daba comienzo un pregón, que en sus primeras líneas tenía como protagonista a Priego de Córdoba y que daba paso a un emocionante audiovisual con imágenes de la Semana de pasión prieguense.
Tras él, el pregonero fijaba su mirada en la Hermandad de la Pollinica, asegurando que, “la primavera arranca en Priego con el Domingo de Ramos”. Una hermandad que es “escuela de cofrades” y con la que el pregonero mantiene un vínculo especial. De hecho, ha sido esta hermandad la que propuso su nombre como pregonero de la Semana Santa 2024. Tras ella, tuvo palabras para la Hermandad de la Paz, asegurando que “barrio, parroquia y hermandad pueden unirse en torno a un Cristo y una Virgen”. Prueba de ello es esta cofradía, que 20 años después, “camina con paso firme”.
Asimismo, Cobo recordaba que “Priego es religioso, cristiano y cofrade”, muestra de ello es el Lunes Santo, “jornada de reflexión y meditación”, de la mano del Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de los Dolores. También tuvo palabras para la Hermandad de la Caridad, una hermandad a la que, según Cobo, deberíamos pertenecer “todos los cofrades de Priego”. El pregonero resaltaba la imagen del Cristo de la Expiración en la noche del Martes Santo, que “va camino dela muerte por el Adarve”.
Durante su intervención, el pregonero también tuvo palabras de reconocimiento para la labor de los medios de comunicación, de los que él forma parte desde hace años. Cobo recordó de manera especial la Semana Santa del año 2020, cuando gracias al trabajo realizado desde la televisión local, la bendición de Ntro. Padre Jesús Nazareno llegó a miles de hogares.
Siguiendo con la cronología, el pregonero se detuvo en la tarde del Miércoles Santo, en concreto, en la representación del Prendimiento; “una tradición que no valoramos en su justa medida” en Priego, pero que, sin embargo, “es considerada una joya de valor incalculable” para los que vienen de fuera.
Un capítulo especial dedicó a la hermandad del Mayor Dolor, recordando sus difíciles comienzos, haciendo alusión a lo que algunos calificaron como una “locura”, pero que 35 años después es uno de los pilares de la semana de pasión en Priego. Los momentos previos a la salida de los titulares, el retranqueo, el acto penitencial, la estación de penitencia y la vuelta al templo de la Virgen del Mayor Dolor y del Cristo Preso, fueron narrados de manera rigurosa y sentida por el pregonero, rematando su intervención con la voz de Laura Gallardo.
El pregonero, arrancaba la narración del Jueves Santo con un recuerdo a su abuela, a la que debe su devoción a Jesús en la Columna. Un emotivo relato que dejaba ver el especial cariño del pregonero hacia la Virgen de la Esperanza, “otro de los pilares de mi vida”.
Su intervención continuaba en la mañana del Viernes Santo y en su protagonista, Ntro. Padre Jesús Nazareno, “la imagen en la que están depositadas las oraciones de la mayoría de los nacidos en Priego”, recalcando que “incluso te rezan los que no creen en ti”. De su primera vez como penitente también habló el pregonero. Lo hizo con tan solo ocho años, acompañando a la Virgen de las Angustias. “Cruz, misericordia y piedad, el misterio perfecto”, aseguraba el pregonero; que daba paso de esta manera a su estrecha relación con la música, y en especial, con la música cofrade, a la que atribuyó la cualidad de engrandecer los desfiles procesionales. Una música que descubrió, siendo niño, gracias a la Hermandad del Santo Entierro de Cristo y María Santísima de la Soledad Coronada. Para el pregonero, “es Priego el que se queda solo, cuando se va la Soledad”.
Llegando al final de su relato, Cobo aseguraba que “la centralidad del cristianismo está en la Resurrección”, al tiempo que reconocía el trabajo de la hermandad del Domingo de Resurreción, “la hermandad de mi padre”, desde su reorganización.
Para terminar, el pregonero aseguraba haber plasmado en este pregón los sentimientos y enseñanzas acumulados a lo largo de su vida, consiguiendo trasmitir a los asistentes sus valores de fe y religiosidad.
Fotografía: Manuel Osuna
